Corredor Mediterráneo

El corredor mediterráneo está destinado a configurarse como una gran arteria que vertebraría los diversos nodos del EURAM mediante conexiones multimodales por el transporte viario, ferroviario, aéreo y marítimo. Este proyecto es tanto de personas como de mercancías y este corredor se enlazaría con otros corredores para garantizar así la fluidez y las relaciones económicas.

En términos terrestres tenemos el transporte por carretera y por ferrocarril.

La carretera es la vía más utilizada tanto en el transporte de mercancías como en el transporte de personas, pero necesita opciones que respeten los criterios de eficiencia y sostenibilidad. Se necesita descongestionar algunos tramos que suelen registrar atascos y para solucionar problemas como éstos es por lo que se necesita el corredor mediterráneo.

Agilizar el servicio que ofrece la carretera es una necesidad evidente, las carreteras son las vías que dinamizan mejor el transporte de personas y mercancías y deben de estar al servicio de otros modos de transporte. Las carreteras tiene que conectar adecuadamente con los nodos de interés como son: puertos, aeropuertos, estaciones de ferrocarril para vertebrar estos puntos como se debe y dar salida ágil a la concentración de personas y mercancías. Por ello se debe hacer más eficiente éstas otras vías que han de confluir con las carreteras.

La vía ferroviaria es posiblemente la que más se asocia al corredor, sobre todo por parte de los medios de comunicación aunque se debe insistir en el carácter multimodal. Uno de los retos del corredor mediterráneo es el de aumentar el transporte de mercancías mediante la alternativa ferroviaria y conectar con los puertos que también tienen un papel fundamental en el desarrollo del corredor.

Fuente: El Temps

Los puertos del mediterráneo resultan menos atractivos para las grandes navieras multinacionales y para el tráfico portuario asiático que los puertos del norte de Europa. Atraer este tráfico depende de las condiciones de las infraestructuras y económicas que los puertos ofrecen a sus clientes.

Fuente: El Temps

Los aeropuertos también forman parte del corredor. Uno de los objetivos del corredor es que los pasajeros de los aviones se puedan distribuir a los principales lugares de destino mediante un servicio de transporte terrestre adecuado. Un ejemplo es el aeropuerto de Alicante donde muchos de los pasajeros son turistas que van con destino a Benidorm y no tienen una conexión ferroviaria directa, el aeropuerto tampoco esta conectado a través del tranvía con las principales ciudades como Alicante o Elche.

Las conexiones de la costa, como la pendiente entre Benidorm y Gandia mediante lo que se denomina el tren de la costa son cuestiones pendientes y que forman parte del proyecto.

La dimensión del corredor se plantea de modo que no solo beneficie por allá por donde pasa. La capilaridad es una de las virtudes que tiene que tener el corredor. Este término define la capacidad del corredor para favorecer la economía del territorio que aunque no esté situado el corredor se beneficien indirectamente como es el caso de las islas Baleares, comarcas del interior de Cataluña y la Comunidad Valenciana o Andorra.

Fuente: El Temps